En la Galería ESPACIO ARTE, de Alcalá de Henares, junto al escultor Nacho López.
Del 16 de septiembre al 29 de octubre de 2011.
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Carmen Palenzuela
Recorre el espacio con la mirada. Recorre. Invitación a adentrarse en un lugar tomando un camino ya trazado o bien haciendo uno propio. Implica tiempo y espacio. Espacialidad es una de nuestras dimensiones como humanos, y esto es así porque somos un cuerpo. El cuerpo es punto de partida en la relación que establecemos con el espacio que deja de ser geométrico cuando asumimos que no somos algo separado, que no somos sólo mirones. Mirada. La percepción del mundo es a través de nuestros sentidos; parece ser que la mirada está actualmente sobre-informada o como se dice “desbordada”.
José Antonio Montecino insinúa los espacios a través de pequeñas ventanas, dobleces, tramas y deseos de conocer aquello que está más allá o detrás de cualquier superficie blanca y vacía sobre la que la luz de un mediodía-mediodía construye una suerte de sombras tan fuertes que parecen sólidos. Y es que una atrayente luminosidad puede ser que nos deslumbre evitando las ganas de tener noticias sobre lo demás. Puede que estas superficies hablen de bagaje cultural, aquello que llevamos de carga en nuestras miradas, brillante carga que nos sitúa en la autocomplacencia. Titula sus obras así: “Paisajes de Silencio”
Las obras de Nacho López son materiales. Los materiales quieren trazar un recorrido desde lo más presente hasta lo más lejano; queremos decir, desde la referencia al ámbito natural de “pequeña dama” que se nos hace cálido, orgánico, y al que pertenecemos como seres vivos, hasta la construcción ideal de referencias arquitectónicas de las piezas de aluminio, ámbito al que también pertenecemos como seres a los que la cultura nos ha hecho. La conexión entre ambos, la referencia, impide pensar en un recorrido lineal, de “progreso”.
Carmen Palenzuela
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